Halloween debe de ser espeluznante, pero los fantasmas y los monstruos no son lo único que asusta a los padres. La excesiva cantidad de caramelos que su hijo recibirá y comerá después de pedir dulces es otro aspecto aterrador del día de Halloween que todos los padres temen. Sin embargo, no podemos negar que es una de las fiestas más queridas y esperadas por los niños, por lo que es muy difícil evitarla. ¿Y por qué querrías hacerlo? Aparte de algún que otro subidón de azúcar, es un día increíble en el que los niños se disfrazan, juegan y salen con sus amigos.
Así que el panorama está bastante claro, lo que necesitamos es encontrar un equilibrio en la locura y adoptar un enfoque más sensato ante la sobreabundancia de caramelos de "truco o trato". ¿Cómo?
Con estas 5 sencillas ideas que te permitirán a ti y a tus hijos tener una celebración de Halloween increíble, divertida y saludable sin arriesgarte a un subidón de azúcar.
1. Llenar el tanque
Los niños van a estar ansiosos por ir a pedir dulces, pero antes de que empiece la caza de caramelos, llena el estómago de tu hijo con una cena saludable. El secreto está en ser creativo con algunas comidas con temática de Halloween, como espaguetis y albóndigas con forma de "globo ocular", alimentos que les encantarán y les harán menos propensos a abusar de los dulces. Cuando las bolsas de caramelos empiecen a llenarse, serás el padre orgulloso de un niño que ya ha tenido una comida nutritiva y que está más interesado en corretear con sus amigos que en comerse un camión lleno de caramelos.
2. Despídete de la bolsa monstruosa
La bolsa hecha con la funda de almohada es un clásico de Halloween, pero no necesariamente la mejor idea si quieres que tus hijos disfruten de una celebración saludable. Deshazte de las bolsas enormes y elige o construye un recipiente de recogida más pequeño para tu hijo. Enseña a tus hijos que si solo cogen un caramelo por casa, podrán visitar más casas y divertirse durante más tiempo.
3. Una oportunidad para practicar la generosidad
Cuando la expedición de búsqueda de caramelos haya terminado y estés de vuelta en casa, pide a tus hijos que reserven algunos caramelos para otros niños que no hayan tenido la oportunidad de pedir dulces.
Bueno, en realidad, sería mejor hacerlo ANTES de que hayan ingerido caramelos cargados de azúcar. Así que otra estrategia sería hablar con ellos al salir de casa y decirles que este año no sólo van a pedir dulces para ellos, sino que también van a recoger caramelos para las familias del personal de sus edificios.
Es una gran manera de reducir la cantidad de dulces en la casa, pero también una increíble oportunidad para enseñarles generosidad y compasión mientras se relajan separando los dulces, haciendo "bolsas buenas" para otros niños y compartiendo la felicidad.
4. El arte de negociar
Si ya has aplicado todas estas "tácticas" y las habitaciones de tus hijos siguen pareciendo el último sueño de Willy Wonka, puedes utilizar el arte de la negociación para enseñarles el valor de las cosas y cómo priorizar. Hay estudios muy interesantes que hablan sobre los beneficios de enseñar negociación a tus hijos.
Es muy sencillo. La idea es "comprar" el exceso de caramelos con otras cosas sanas o educativas que puedan querer. ¿Un viaje al zoo, quizás? Claro, a cambio de 3 caramelos y 2 chocolates, ¡por favor!
5. ¡Diviértete!
El mejor consejo, para ser sinceros. Si planeas con antelación y estableces algunas "reglas básicas", ¡todo irá bien! Diviértete con tus hijos, participa y disfruta de la velada con tus seres queridos y amigos teniendo en cuenta que un pequeño subidón de azúcar no durará para siempre. Estresarse demasiado por la cantidad de caramelos que come tu hijo sólo hará infelices a ti y a tu hijo; así que intenta aprovechar la noche al máximo.
¡Diviértete con el truco o trato!