La relación entre la salud intestinal y la salud general es un tema candente en estos momentos. Y ahora estamos descubriendo que la salud de nuestros hijos y de las generaciones futuras se ve muy afectada por la forma en que vivimos y por lo que comemos correctamente. La cosa no pinta muy bien, sinceramente.
La salud intestinal tiene un impacto en la salud de los niños, en su energía, en su concentración, en su comportamiento. La verdad es que tener una buena dieta es la mejor manera de ayudarles a sentirse bien ahora y a tener un gran futuro después.
¿Qué importancia tiene la salud intestinal en el comportamiento de los niños?
Debido a las numerosas formas cruciales en las que están interconectados y se comunican entre sí, el intestino se denomina con frecuencia "el segundo cerebro". Esto es similar a la "sensación visceral", de la que probablemente hayas oído hablar.
Un intestino sano y equilibrado es esencial para el funcionamiento óptimo del cerebro. Por lo tanto, niños y adultos que tienen problemas con el sistema digestivo pueden experimentar síntomas tanto en el cerebro como en la barriga. Los dolores de cabeza crónicos y la ansiedad son dos problemas comunes asociados a la disbiosis intestinal, al igual que determinados trastornos como el TDAH y el trastorno del espectro autista.
¿Cómo pueden los padres mejorar la salud intestinal de sus hijos?
1- Centrarse en los alimentos integrales y evitar los procesados
Las sustancias químicas, las grasas malas y los nutrientes de baja calidad incluidos en los alimentos procesados tienen un efecto terrible sobre la flora intestinal. Los niveles saludables de bacterias beneficiosas en el intestino se mantienen comiendo alimentos integrales ricos en nutrientes, como verduras, frutas, carnes y mariscos de calidad, frutos secos y cereales integrales. Puedes incluir regularmente en la dieta de tu hijo alimentos fermentados como el chucrut, el kimchi y la kombucha, ya que están cargados de bacterias saludables. Los plátanos, las manzanas, las alcachofas, los espárragos, las cebollas y la jícama son algunos ejemplos de alimentos que contienen fibras únicas denominadas prebióticos que favorecen el crecimiento de bacterias beneficiosas en el estómago. El consumo diario de alimentos ricos en prebióticos ayuda a mantener una microbiota intestinal sana y equilibrada.
2- Siempre que sea posible, aléjese de los productos antibióticos y de los medicamentos innecesarios.
Aunque ocasionalmente el uso de antibióticos para tratar una infección aguda puede ser esencial, normalmente es aconsejable mantenerse alejado de ellos. Intenta localizar a un profesional sanitario que pueda ayudarte a identificar y tratar las causas subyacentes de estas enfermedades crónicas si tu hijo padece constantemente infecciones de oído, de garganta u otros problemas para los que se recetan medicamentos antibióticos. Esto te ayudará a reducir la necesidad de utilizar frecuentemente los antibióticos. Intenta mantenerte alejado de las comidas, especialmente de las carnes, y de los productos domésticos que contienen antibióticos. Compra carnes y otros alimentos "sin antibióticos", y manténgase alejado de los desinfectantes de manos, los limpiadores antibacterianos y otros productos domésticos que contengan estas sustancias químicas.
3- ¡Juguemos al aire libre!
Para que los niños se desarrollen física y mentalmente, es necesario que el juego no estructurado y el tiempo al aire libre sean abundantes. Lamentablemente, los niños de hoy en día son menos activos y están más estresados que nunca. Ofrecer a los niños oportunidades de movimiento y ejercicio reduce el estrés, lo que favorece un intestino sano. Hacer que los niños jueguen al aire libre los expone a las bacterias útiles del medio ambiente, lo que aumenta la cantidad de bacterias buenas en sus sistemas.
4- Incorpora suplementos dietéticos probióticos
Es imposible proteger por completo a tu hijo de las numerosas sustancias químicas, el estrés y otras cosas que se encuentran en el medio ambiente y que podrían provocar desequilibrios intestinales, incluso si empleas otros métodos para promover la microbiota intestinal de tu hijo. Tomar regularmente un suplemento probiótico contribuye a la salud del cerebro y del cuerpo al aumentar los niveles de bacterias beneficiosas. Utiliza un producto con cepas de lactobacilos y bifidobacterias, que se ha demostrado en pruebas que son cruciales para promover los niveles de bacterias beneficiosas en el estómago. Otras cepas pueden ser beneficiosas para niños con enfermedades o necesidades médicas específicas, pero para la salud general y el apoyo al cerebro, los lactobacilos y las bifidobacterias son buenos puntos de partida y se ha demostrado que son seguros para los niños.
¿Qué mejoras podría observar?
Según las investigaciones, proporcionar probióticos a los niños en forma de alimentos o suplementos puede tener una serie de efectos positivos en su salud general y en su función cognitiva. Tu hijo puede beneficiarse específicamente de lo siguiente:
-Menos infecciones y enfermedades
-Mejor estado de ánimo y comportamiento
-Recuperación más rápida del -tratamiento con antibióticos
-Hábitos intestinales saludables
-Peso y metabolismo saludables
-Mejor funcionamiento del cerebro
Como puedes ver, no hace falta realmente un esfuerzo que cambie la vida, sólo unas pocas decisiones conscientes pueden hacer maravillas para los más pequeños, así que ¡inténtalo!