Hoy queremos hablar con las mamás de más de 40 años (o con cualquier otra persona interesada en una NUEVA y GENIAL tendencia de bienestar). ¿Estás harta de sentirte perezosa, cansada y agotada? ¿Quieres sentirte con más energía, confianza y capaz de afrontar todos los retos de la vida? Si es así, entonces definitivamente necesitas empezar a practicar fitness funcional.
El fitness funcional es un tipo de ejercicio que se centra en movimientos que imitan las actividades de la vida real. Al trabajar la fuerza, la flexibilidad y la movilidad generales, descubrirás que tareas diarias como llevar la compra, jugar con los niños e incluso levantarse de una silla resultan más sencillas.
Pero, ¿por qué deberías preocuparte por el ejercicio físico funcional? He aquí algunas razones:
Pero, ¿quizá lo mejor del fitness funcional? Es divertido. Muchas clases de fitness funcional se imparten en grupo, por lo que puedes conocer a gente nueva y estrechar lazos en torno a tu afición compartida por sudar y superar tus límites. Además, siempre hay algo nuevo y emocionante que probar, desde kettlebells a cuerdas de combate o entrenamiento en suspensión TRX.
Si no estás familiarizada con el ejercicio, no te preocupes: hay muchas opciones para principiantes. Puedes empezar con ejercicios de peso corporal, como sentadillas, estocadas y flexiones, o probar una clase de bajo impacto, como yoga o pilates. A medida que avances, puedes aumentar gradualmente la intensidad y desafiarte a ti mismo con movimientos más avanzados.
Y no lo olvides: nunca es tarde para empezar. El fitness funcional es una forma estupenda de mejorar la salud y la forma física a cualquier edad, y los beneficios son realmente infinitos.