Rutinas saludables para el inicio del curso escolar (y para todo el año)
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Acaba de empezar un nuevo curso escolar y, dejando a un lado las quejas y los lamentos, las familias de todo el mundo pueden aprovechar esta oportunidad para incorporar hábitos saludables a los calendarios académico, extraescolar y personal. Para que todos los miembros de la familia rindan al máximo tanto en lo académico como en lo físico, hay una serie de hábitos saludables para la vuelta al cole que puedes poner en práctica durante todo el año.
Dormir es la clave.
Los niños y adolescentes que están atravesando un importante desarrollo cerebral necesitan dormir con regularidad.
Los aparatos electrónicos deben permanecer fuera de la habitación de tu hijo (si es lo suficientemente mayor como para tener un teléfono u otros dispositivos). La luz azul y las redes sociales pueden tener un impacto negativo en la calidad del sueño de tus hijos (y en el tuyo). Así que fija una hora, preferiblemente dos horas antes de acostarse, y haz que tus hijos te entreguen sus teléfonos en ese momento.
Mantén a los niños activos durante el día para que estén cansados por la noche. Establece una rutina a la hora de acostarse; intenta que se duerman a la misma hora todas las noches.
La comida más importante del día.
Absolutamente, el desayuno es crucial. Un niño que llega al colegio con el estómago vacío puede tener dificultades porque está hambriento e irritable. Tu hijo necesita levantarse temprano para comer. Planifica cómo puedes apoyar mejor la dinámica específica de tu familia. Si todos, incluso los adultos, suelen desayunar durante la semana, planifica los desayunos de la semana durante el fin de semana o cuando tengas tiempo. Prepara con antelación avena para la noche, barritas de desayuno u otros tipos de magdalenas y congélalas para que cada uno pueda prepararse su propio desayuno si es necesario. Si a tu hijo no le gusta comer por la mañana, puedes dejar que espere 15 minutos después de despertarse para comer en casa. Evita los cereales azucarados y refinados en el desayuno y procura que coma algo sano. Sigue estas pautas para el desayuno:
Come cereales integrales.
Haz que la mitad de tu plato sea de frutas y verduras.
Intenta incluir cereales, frutas, verduras, proteínas y lácteos en cada comida.
No te saltes las comidas. Saltarse las comidas da hambre y dificulta la concentración. Prepara un almuerzo para tu hijo si sabes que no se va a comer la comida del colegio. Planifica con antelación los tentempiés para el camino.
¡Mantenerse activos!
El deseo de ser activo puede desarrollarse a una edad temprana, y el hecho de que los cuidadores enfaticen el valor del ejercicio y lo practiquen ellos mismos (en lugar de ser sedentarios) puede allanar el camino para una vida de buena forma física. Los niños físicamente activos son menos propensos a ganar peso, tienen músculos y huesos más fuertes, un menor riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 y una visión más positiva de la vida, entre otras ventajas.
Pide ayuda
Comunícate con tu hijo y asegúrate de que esté bien. Sé paciente y apoya a tu hijo si tiene problemas con los deberes. Normalmente hay un límite de tiempo, dependiendo del colegio, que los niños deben dedicar a hacer los deberes, así que si tus hijos tienen dificultades para hacerlos, pónte en contacto con su profesor. Cuando simplemente no estés seguro de cómo abordar un posible problema que su hijo pueda estar experimentando, hay un montón de recursos disponibles para ayudarle.
Los niños pequeños pueden aprender las ventajas de los hábitos saludables de sus padres, lo que les animará a seguir practicándolos a medida que crezcan. Además, el establecimiento de hábitos saludables al principio del curso escolar permite a toda la familia pasar con éxito de la diversión veraniega al éxito académico.
