Lo primero es lo primero: ¿qué es el autismo? A pesar de su prevalencia relativamente alta (aproximadamente uno de cada 54 niños en los Estados Unidos es diagnosticado), el Trastorno del Espectro Autista (TEA) sigue siendo poco comprendido.

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El autismo, o trastorno del espectro autista (TEA), es un trastorno del desarrollo que afecta a la capacidad del niño para comunicarse, socializar e interactuar con los demás. Se denomina trastorno del "espectro" porque los síntomas pueden variar de leves a graves, y no hay dos niños autistas exactamente iguales.

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Hablemos ahora de los primeros signos del autismo. Aunque cada niño se desarrolla a su propio ritmo, hay ciertas señales de alarma que los padres deben tener en cuenta. He aquí algunos signos comunes a los que hay que prestar atención:

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• Falta de contacto visual: ¿Tu bebé evita mirarte o establecer contacto visual?
• Retraso en el habla: ¿Tu hijo no habla tanto como otros niños de su edad?
• Comportamientos repetitivos: ¿Tu hijo tiene comportamientos repetitivos, como hacer girar objetos o agitar las manos?
• Dificultad en las interacciones sociales: ¿Le cuesta jugar con los demás o hacer amigos?
• Sensibilidad sensorial: ¿Le alteran ciertas texturas, sonidos u olores?
• Dificultad para aceptar cambios de planes o rutinas: ¿Se frustra mucho cuando los planes cambian de repente?

Si observas alguno de estos signos, es importante que hables con su pediatra. La intervención temprana es fundamental para ayudar a los niños autistas a desarrollar todo su potencial.

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Pero, ¿y si no estás seguro de si tu hijo tiene autismo? No se preocupen, padres, no están solos. Es normal tener preguntas e inquietudes sobre el desarrollo de tu hijo. He aquí algunos consejos que te ayudarán en este proceso:

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• Confía en tus instintos: como padre, eres quien mejor conoce a tu hijo. Si algo no te parece bien, habla con tu médico.
• No compares a tu hijo con los demás: Cada niño es único y se desarrolla a su propio ritmo. Que el hijo de tu vecino hable como un loco no significa que el tuyo también deba hacerlo.
• Busca apoyo: Ya sea de la familia, de los amigos o de un grupo de apoyo, es importante contar con personas que entiendan por lo que estás pasando.
• Recuerda que el autismo es sólo una parte de tu hijo: Tu hijo es mucho más que su diagnóstico. Tiene su propia personalidad, sus talentos y sus puntos fuertes.

Padres, si detectan alguno de los primeros signos de autismo en su hijo, que no cunda el pánico. La intervención temprana puede marcar una gran diferencia en la vida de su hijo. Confíen en sus instintos, busquen apoyo y recuerden que su hijo es increíble, pase lo que pase. Y si necesitas un descanso de tanta seriedad, no olvides respirar hondo y disfrutar de los pequeños momentos con tu hijo. La paternidad es un viaje salvaje, pero también está llena de alegría y maravillas.¡